La evolución de Walter White en Heisenberg, motivada por el ego y acelerada por el cáncer, es una de las razones por las que Breaking Bad es una de las mejores series de la historia. Better Call Saul pretende trazar un recorrido similar con Saul Goodman, sólo que en su caso lo que mueve al abogado no es el ego ni una enfermedad, es su deseo de no ser la persona que todo el mundo, él el primero, sabe que es: Slippin’ Jimmy. O sea, mientras uno corría detrás de la tentación, el otro lo hace por delante, pero con la certeza de que acabará cayendo en ella. Y en Hero ya hemos tropezado por primera vez.
- Capítulo 1×04: Hero
- Fecha de emisión: 23 de febrero
En la imparable transformación de Jimmy McGill en Saul Goodman, Hero supone un importante acelerón en la historia, como si estuviéramos subiendo escalones de uno en uno y de repente subiéramos tres de golpe. Aunque la figura de Saul Goodman está ahí desde el primer día, agazapada dentro de Jimmy, esperando su oportunidad, no la hemos visto de forma tan clara hasta este cuarto capítulo en el que Jimmy no sólo ha aceptado un soborno, también ha empleado sus habilidades dramáticas para empezar a derribar a ese Goliat que es Hamlin, Hamlin & McGill (HHM). Y es que para un trilero como él, tan talentoso en el arte del timo, debe ser muy complicado mantenerse en la senda del bien.
La sombra de Saul Goodman aparece en Hero desde su arranque, en esas piezas que no siguen ninguna lógica temporal dentro de la serie, pero que sí tienen todo el sentido del mundo. En la conversación con su “inocente” amigo, Jimmy se presenta de la siguiente manera:
- Bro, I never did catch your name
– Saul
– Saul?
– S’all good, man
Ahí lo tenéis: It’s all good, man… S’all good, man… Saul good, man… Saul Goodman. El personaje de las camisas chillonas y la teletienda siempre estuvo allí, desde que utilizaba falsos Rolex para sacarse un puñado de dólares. Un truco sencillo, de escasa elaboración, y en el que tampoco arriesga demasiado. Un teatrillo, en definitiva, en el que Slippin’ Jimmy puede explotar sus principales virtudes. No es difícil imaginar que lo que hoy es un timo de 500 dólares, mañana será de 1000 y al cuarto día de 10 mil, con lo que no tardará en tener a la policía llamando a su puerta. Su periplo entre rejas, que define su actual personalidad, marca un antes y un después en su trayectoria: Saul-Jimmy-Saul. O sea, quién es, quién intenta ser para agradar a su hermano y el triunfo, de nuevo, de su verdadera personalidad. Better Call Saul contará todas esas etapas, pero se detendrá sobre todo en la central, cuando Jimmy mantiene su particular lucha interior para evitar que florezca el antiguo (y el futuro) Jimmy.
Esa lucha se manifiesta de forma evidente en el dinero que acaba aceptando de los Kettleman y que, ya en la soledad de su despacho, intenta justificar como gastos de gestión por los servicios prestados. “Upon this rock I will build my church”, dice Jimmy, copiando la frase de Jesucristo. La experiencia le demuestra al excéntrico abogado que está muy lejos de tener una carrera como la de su hermano, en la que no cree y para la que posiblemente no esté capacitado. Y es que Chuck McGill, el hombre que lo sacó de prisión y que seguramente cuidó de él antes de perder el juicio, tenía cara de defender a gente inocente. La mejor frase del episodio, y me atrevería a decir que una de las que más marcará el desarrollo profesional de Jimmy, es cosa de la señora Kettleman:
You’re the kind of lawyer guilty people hire
“Eres el tipo de abogado que contrata la gente culpable”, advierte Betsy. Y Jimmy muestra en su rostro una mezcla de decepción y esperanza, como si fuera el golpe definitivo a su carrera como “abogado vocacional” y el empujón a la de “abogado criminal”. Coge el dinero. Y ahí resucita a Slippin’ Jimmy, sólo que ahora ya no le vale con sacar 250 dólares para emborracharse y llegar hasta el siguiente viernes. Su transformación en Saul se ha completado durante unos segundos en la sastrería, cuando pedía una corbata azul, pero en el fondo estaba deseando hincarle el diente a la naranja, que combinaría con una camisa rosa. Pero ese Saul aún no ha llegado porque Chuck sigue ahí, en la sombra (nunca mejor dicho), controlando sus movimientos para que no recaiga en sus antiguos vicios. Llega tarde, claro, como descubrirá al final del capítulo tras esa cómica escena en la que por fin se lanza a la “inseguridad” de la calle.
Jimmy decide disfrazarse de David contra Goliat en su lucha con HMM, en una de las tramas más cómicas de la corta historia de la serie. Hero es el capítulo más divertido de Better Call Saul porque por fin hemos visto el descaro y el ingenio del protagonista, que hasta ahora había estado algo cohibido y falto de autoestima. Jimmy ha salido fortalecido de la historia de los Kettleman y ahora se siente con capacidad (también económica) para manejar la honda. Además, luchando contra HMM también se venga de alguna manera de su hermano. Así que su primera acción es copiar el look de Hamlin, el tipo de abogado que defiende a inocentes, en lo que es sólo la punta del iceberg de su jugada. Es una trama fantástica porque Hamlin cree en todo momento que Jimmy ha perdido el juicio, una idea a la que se suma Kim, que trata de convencerlo de que retire el cartel. Pero el cartel no está ahí porque Jimmy se quiera parecer a Hamlin, sino porque el abogado quiere empezar su carrera mediática. Y funciona: el contestador escupe siete llamadas. Pierde Jimmy, gana Saul.
Por cierto, igual es cosa mía, pero he visto un guiño claro a la situación de la serie cuando Jimmy le ha dicho al juez que estaba construyendo “su propia marca” y Hamlin le ha contestado que la “estaba robando”. Eso es exactamente lo que trata de hacer Better Call Saul, yo creo que con mucho éxito: crear su identidad.
El personaje que más me descoloca es Kim, la “amiga especial” de Jimmy. Se debate entre lo que debe hacer y lo que siente, que no sé si es amor, compasión o nostalgia. Lo cierto es que Kim saca una parte de la personalidad de Jimmy, una sincera y empática, que está oculta y que por supuesto tampoco nos mostró Saul, que vivía por y para su negocio (al menos dentro de la historia de Walter White). A Chuck lo entiendo más, por raro que sea, y me gusta mucho el efecto que tiene en Jimmy, que se muestra inseguro y errático a su lado. Como dije la semana pasada, Better Call Saul necesita que sus personajes secundarios tengan cierta relevancia en la historia por la salud de Bob Odenkirk, que ya os adelanto que estará nominado a los premios gordos de televisión la próxima temporada, pero también por la de la propia serie, que necesita abrir otras vías para cuando las historias de su protagonista no sean tan magnéticas como lo son ahora. En este sentido, lamento que Mike haya vuelto al ostracismo de su caseta porque la pareja que forma con Jimmy nos va a dar muchas noches de gloria.
Y ya que el capítulo ha ido de citas célebres, vamos a cerrar con una del protagonista que pone de manifiesto su enorme capacidad dramática. Ante el juez y con cara de no haber copiado nunca el look de un abogado, el Saul Goodman que Jimmy lleva dentro dice así:
They’re rich. They’re powerful. I’m just one man…