Review Better Call Saul: Alpine Shepherd Boy

Después de cuatro capítulos centrados de forma casi exclusiva en Jimmy McGill, Better Call Saul le da un pequeño respiro a su protagonista en Alpine Shepherd Boy, en el que empezamos a conocer algunos detalles de la vida de los secundarios, en especial de Mike y de Chuck. El empleado del parking es una incógnita por su pasado y el hermano de Jimmy lo es por su futuro, pero uno y otro deben empezar a crecer a la sombra del indiscutible líder. ¿Comentamos este 1×05?

• Episodio 1×05: Alpine Shepherd Boy
• Fecha de emisión: 2 de marzo

No es Alpine Shepherd Boy el episodio más redondo de Better Call Saul, ni el mejor estructurado, y seguramente no contribuya a generar la sensación de que estamos caminando hacia algún sitio concreto, aparte del futuro que conocemos (Breaking Bad), pero sí es el capítulo más divertido que nos han dado Vince Gilligan y Peter Gould, que exprimen el enorme talento para la comedia de Bob Odenkirk. Hasta ahora Better Call Saul ha dado en el clavo en la construcción de un protagonista carismático y magnético, cargado de aristas, pero no ha sido tan certero a la hora de construir una historia firme a su alrededor. Por eso, creo que el desarrollo de los satélites de Jimmy, sobre todo Mike y Chuck, fomentará la cohesión de los capítulos y le dará sentido a esta “gran introducción” del protagonista. Por un lado, Chuck podría ser ese ángel que le recuerda a Saul que no debe volver a ser Slippin Jimmy; por el otro, Mike sería ese demonio que lo empuja hacia la ilegalidad. Por ahí podrían los tiros, aunque que no lo sepamos a estas alturas de la temporada no es un gran noticia para la serie.

Dicho esto, la ausencia de destino no resta potencial a un episodio muy divertido en el que los guionistas se sacan de la manga algunas de las escenas muy surrealistas de la serie. Hablo de la ruta en coche que traza Jimmy para atender las llamadas que recibió tras ser considerado como un héroe local. En la conversión de Jimmy en Saul, hay un factor muy importante que no hemos comentado aún y es el imán que tiene Jimmy para encontrarse con los tipos más locos de Albuquerque, sean traficantes como Tuco o ricos excéntricos como el señor del rancho que quería la independencia de Estados Unidos. La cara que pone Jimmy cuando ve los billetes falsos sólo se supera cuando, en su siguiente parada, escucha al lavabo parlanchín, absolutamente porno a oídos de todo el mundo a excepción de los de su propietario.

Ooooh, you’re so big! Fill me up, Chandler, put it in me!

La tercera parada de Jimmy marca por dónde quiere dirigir su carrera como abogado. Instigado por Kim y apoyado por el único éxito de su travesía, la de la particular herencia de la anciana, el pequeño de los McGill se cuela en el geriátrico a través de los culos de los botes de gelatina para ofrecer sus servicios en el tema testamentos. Genial: Need a will? Call McGill! Genial porque además encaja con la visión que tiene su hermano y referente de la profesión, que la entiende como un servicio público para los más desfavorecidos. Y genial, también, porque permite a Jimmy aprovechar su innegable talento dramático para convencer a los abuelitos de que necesitan a un abogado antes de pasar a mejor vida. Es evidente que este paso no formaba parte de la (no) estrategia del cartel y toda la pantomima de la semana pasada, pero el resultado parece satisfactorio. Y la idea de ver a Jimmy entre ancianos me motiva.

No todo han sido risas, por supuesto. Chuck obliga a Jimmy a mostrarnos su lado más responsable, más paternal. No hay duda de que Jimmy está muy agradecido a su hermano por lo que hizo por él en el pasado. Lo quiere, lo respeta y, por encima de todo, lo admira. Por eso, siente una profunda tristeza cuando la doctora le demuestra que la enfermedad de su hermano es psicológica porque eso supone admitir que el cebrero de Chuck ha hecho chimpunflás. Lo peor es que esa realidad le obliga a tomar una decisión muy controvertida: meter a Chuck a un psiquiátrico.

El abogado se encuentra ante el caso más complejo de su carrera. Por un lado, sabe que lo mejor para Chuck es internarlo, apartarlo definitivamente de HMM y cobrar la parte que le corresponde, entre otras cosas para pagar su tratamiento. Por el otro, entiende que internarlo sería un acto despiadado y en cierta manera una irresponsabilidad por su parte. Chuck apareció siempre que Jimmy lo necesitó, así que llevarlo en contra de su voluntad a un lugar donde no quiere estar parece una recompensa demasiado cruel. Better Call Saul triunfa en la construcción de escenas cómicas como las que hemos comentado, pero también en las dramáticas, como la que comparten Jimmy y Chuck cuando éste por fin regresa a la seguridad de su hogar. Se produce ahí una conversación llena de mentiras piadosas en la que Jimmy le promete a Chuck que se portará bien y éste, sangre de su sangre, le vuelve a creer. A la larga, el abogado protagonista tendrá que internar a su hermano, lo que supondrá “perder la guerra” contra Hamlin y aceptar que su hermano no volverá a ser como antes.

Preocupa el futuro de Chuck y empieza a preocuparnos, por fin, el pasado de Mike. Aunque la escena esté algo metida con calzador, es una buena noticia que Better Call Saul entre en el universo del veterano trabajador del parking. Mike y Jimmy son polos opuestos: uno es parlanchín, nervioso, divertido y alocado; el otro es callado, tranquilo, serio y cabal. Sí coinciden en una cosa: los dos son la oveja negra de la familia. Evidentemente, en el caso de Mike no lo hemos descubierto por Alpine Shepherd Boy, donde el ex policía de Philadelphia nos deleita con uno de sus habituales intercambios de miradas y silencios, sino gracias a Breaking Bad.

De Mike sabemos que huyó de Philadelphia por algún asunto turbio, por el que seguramente le vienen a buscar sus ex compañeros (“Long way from home, aren’t you?”), y que estaba muy unido a su nieta, a la que iba a ver siempre que podía. También que era un matón de primera, el más efectivo de los que trabajaron jamás para un capo como Gus Fring. Pero ahí se acaban los capítulos de la historia de Mike, que ahora seguirán en Better Call Saul. Es muy posible que la chica con la que se cruza Mike al final del episodio sea su hija, pero por qué no se hablan o por qué no se pueden hablar es un tema que deberíamos resolver pronto. Y es posible que los policías que visitan al guardián del parking tengan algo que decir.

Fantástico el timing de Jimmy para entregar su tarjeta a Mike, aunque lo haya llamado viejo a la cara. Mike va a necesitar pronto un abogado. Y ya sabéis qué pasa cuando hay alguien en apuros en Albuquerque: ¡Better Call Saul!